10 de enero de 2011

DOCUMENTAL EN ZELAYA (nota de Pilar a Diario por Alejandro lafourcade

Filman un documental que busca rescatar la esencia de Zelaya

Pionero. Don Joaquim Fernandes García, de 97 años, fue el primer entrevistado por los documentalistas.

por Alejandro Lafourcade a.lafourcade@pilaradiario.com

A lo largo de los años, Zelaya ha sido visto por los vecinos de las otras localidades como uno de los lugares más recónditos del distrito de Pilar, una zona percibida como una tierra gauchesca de un puñado de habitantes, como si estuviese detenida en el tiempo. Ante el progreso y los paulatinos cambios, un grupo de jóvenes vecinos ha decidido filmar un documental sobre la historia de la localidad, tratando de resguardar, aunque sea a través de un audiovisual, ese Zelaya de otros tiempos.

La iniciativa partió desde la Sociedad de Fomento, entidad que ha renacido para ofrecer a los pobladores la posibilidad de reencontrarse, a través de una gran cantidad de actividades. Luciana Migueiz, presidente de la entidad, comentó a El Diario que “en diciembre presentamos un video contando la historia de estos últimos dos años en la Sociedad de Fomento, y la gente se enganchó, fue más efectivo que todo lo que podamos haber dicho durante este tiempo. Nos dimos cuenta del poder de las herramientas audiovisuales”.

Sobre Zelaya, indicó que “antes la gente se encontraba, pero ahora ya ni se conoce. Antes eran pocas familias y se sabía todo; ahora la población ha aumentado, para mí, al menos cuatro veces. Se están haciendo muchos barrios cerrados y se empieza a perder un poco la estructura tradicional”.

El equipo esta formado por Franco Cicchini (director), Cintia Fernández García (redacción), la propia Luciana (idea y producción), Federico Migueiz y Sofía Gotting en (fotografía), aunque se reciben colaboraciones constantes. El proyecto aún no tiene nombre, y se espera que sea estrenado el 1º de mayo, día de las Fiestas Patronales de la localidad.

“La idea del documental –expresó Migueiz- surgió porque Zelaya ha crecido mucho en este último tiempo. No queremos que el lugar pierda su identidad, para poder rescatar la historia del pueblo, cuidando el espacio sin dejar que esto se pierda. Incluso hay gente que se muda a barrios cerrados y ni siquiera sabe que está viviendo en Zelaya...”.

Pioneros

En el trabajo tendrán un lugar preponderante aquellos moradores que llegaron a Zelaya hace varias décadas, algunos con 70 años o más de residencia en el lugar, y por ende testigos del acontecer del pueblo durante el siglo XX. “Hicimos un sondeo sobre los habitantes más antiguos de Zelaya, fuimos contactando a diferentes personas, empezando por aquellos que todo el mundo nombraba”, precisó Migueiz.

La etapa de filmación empezó el último domingo, con una entrevista a Don Joaquim Fernandes García, de 97 años y origen portugués, quien llegó a Zelaya hace más de 60 años. “La nieta le hizo las preguntas, y él explicó por qué vino acá, eligiendo Zelaya porque le hacía acordar a la Patagonia, que era un lugar precioso. En su momento era barato comprar, y aquí cumplió el sueño de dedicarse al cultivo de flores”.

Además, la titular de la Sociedad de Fomento comentó que “a partir de estos testimonios se llega a más familias, que van siendo nombradas en los relatos. Don Joaquim nos llevó a cuatro familias más, a las que vamos a entrevistar”.

Vecina de la localidad de toda la vida, Luciana reconoce que “a Zelaya no lo atraviesa ninguna ruta, si no se conoce a alguien o se viene por algo en especial, no se pasa por acá. Por eso preguntamos a los antiguos vecinos cómo llegaron y qué buscaban”. Y agrega: “Estamos intentando conseguir fotos, pero nos cuesta bastante, mientras seguimos rastreando información”. De la misma manera, señala que “nadie sabe por qué se llama Zelaya, quién le puso el nombre. Supuestamente se debe a Cornelio Zelaya un militar, hasta le mandamos una carta a Felipe Pigna para que nos tire una punta...”.

Recién comenzado el proyecto, Migueiz avisa que el documental “no pretende ser una historia definitiva, sino apenas uno de los relatos posibles. Vamos a ir por donde nos vayan llevando los entrevistados”.

Entidad
Sociedad en crecimiento

En cuanto a la actualidad de la Sociedad de Fomento, su presidente señaló que “crecimos muchísimo, terminamos 2010 con 70 alumnos en solo días por semana”. Además, indicó que “queremos dar cursos gratuitos, porque muchos no pueden pagar 10 o 15 pesos por mes, por eso estamos tratando de hablar con el Estado, o de hacer convenios con empresas para que nos financien los cursos”.

Sobre las actividades, adelantó que “para el año que viene queremos dar teatro, me gustaría que sea un taller gratuito. También coro, que lo piden mucho, y tenemos ganas de seguir proyectando películas, así como de traer algunos shows que el año pasado quedaron pendientes”.

Más historias

Más allá del documental, sus creadores también planean contar otras historias de la localidad: “Queremos abordar sus mitos –explica Luciana Migueiz-, como el del fantasma de Zelaya. También la construcción de la iglesia, el lugar del milagro y el ferrocarril”.

6 comentarios:

sfzelaya dijo...

Muchas Gracias!!! la verdad que estamos súper contentos con este proyecto. Pensamos que va a ser muy bueno para la gente del Pueblo, y queremos que solo sea una primera face. Hay miles de historias a contar: el lugar del milagro, el club, la iglesia y actual parroquia, mitos e historias del boca en boca que nos interesan rescatar, Los que quieran participar pueden mandar un mensaje por facebook: sfzelaya@yahoo.com.

Anónimo dijo...

Atrapante el proyecto! Zelaya es un pueblo con un encanto muy particular. Tan cerca de la urbe y tan distinto. Los que fuimos llegando nos enamoramos y no queremos que pierda su estilo, casi egoístamente. Es un lugar fuera del mundo y lleno de misterios y rincones de puesta de sol increíbles. Buenísimo que se registre su historia, tiene mucho para contar!!!

Anónimo dijo...

Me parece fabulosa la idea, es mas aca en zelaya se necesita q hagamos algun lugar bien amplio donde esten los chicos haciendo deporte y fuera de la calle y la DROGA mil gracias espero q les vaya bien.

Anónimo dijo...

Hace un montón que teníamos ganas de hacerlo. Queremos que las historia que no salen en ningún libro queden registradas!. El máximo desafío es intentar encontrar buenos testimonios, y entre todos armar la historia.

sfzelaya dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me parece una excelente idea la de rescatar la arqueología de un lugar, conocer la historia del pueblo donde uno vive, Zelaya es un lugar muy pintoresco y particular. Por otra parte, me parece super valorable el trabajo que se está realizando desde la Sociedad de Formento, en estos tiempos es muy importante que surjan espacios donde la gente se pueda reunir y compartir momentos, estas son las iniciativas que fortalecen los vínculos entre las personas y desde donde se pueden seguir generando miles de proyectos más. Felicitaciones por la gran iniciativa!!

Muestra de fin de año


QUIENES SOMOS

Una breve presentación

Zelaya es un pequeño pueblo ubicado en un recodo de la provincia de Buenos Aires. Ninguna ruta lo atraviesa. Y tal vez por esto, puede conservar hasta hoy las particularidades y esencia del pueblo de campo. Por sus calles se pueden encontrar gauchos a caballo, al tambero haciendo el reparto de leche, y hasta un bar típico con palenque.


Ya hace algunos años y con el fin de fomentar la cultura, la educación y el trabajo del lugar. Se crea la SOFO, entidad sin fines de lucro que busca "brindar nuevas oportunidades de desarrollo"

La apuesta es a la creación de cursos autogestivos, y al fomento de emprendimientos laborales.


Como participar

Nuestro unico sosten es el intento de unir voluntades. De tal modo cualquier aporte es bienvenido. Estamos convencidos que todos tienen algo valioso para dar y la suma es lo que hace la fuerza. Solo hay una regla: confiar en el otro, y creer en el proyecto

Las utopias pueden ser realidades. (memorias hasta el 2008)

Zelaya es un pueblo pequeño, de características semirurales. Su población ronda en los 5000 habitantes y es prioritariamente conformada por jóvenes. Pertenece al municipio de Pilar (a 15km del centro urbano), y linda con el partido de Escobar.

Cuenta con pocos medios de transporte (trenes sólo cuatro por día, y una línea de colectivos con horarios muy espaciados). Casi no tiene fuentes propias de trabajo.

En su infraestructura, y paisaje: un jardín de infantes, una escuela primaria, y desde hace dos años una secundaria. Una sala de primeros auxilios, un pequeño club de fútbol. Una plaza, una estación de trenes centenaria, calles de tierra, arboladas y con ligeras pendientes. Un lugar muy pintoresco, pero con pocas perspectivas de desarrollo para la mentalidad juvenil.

Fue afectado por la recesión de los 90, perdiendo sus fuentes de trabajo originarias (San Sebastián y el Ferrocarril). La crisis del 2001 agravó el problema social y se presentaron los primeros indicadores de inseguridad.

Por esta razón, un grupo vecinos, creyendo en la utopía de la posibilidad de asociarse con el fin mejorar las perspectivas de desarrollo de la comuna, decidimos conformar una Sociedad de Fomento.

En primera instancia, se trabajo en la instalación de una delegación policial (hasta entonces, la delegación más cercana del distrito, estaba 7km). Casi en simultáneo empezamos a construir una biblioteca. Consiguiendo que TBA, cediera parte de la estación centenaria del pueblo, para este uso. Observando el estado general de la misma, y sabiendo que los espacios ancestrales son propiedad de la historia e identidad del pueblo, comenzamos la gestión de declaración de monumento histórico del predio. (Sin novedades de su curso hasta la fecha).

No conformes con esto, y convencidos que la posibilidad de desarrollo de un pueblo esta en función de la posibilidad de educación. Nos abocamos a la utopía de construir de la nada una escuela de oficios. ´
Adaptamos un galpón abandonado, e instalamos las máquinas de carpintería, adquiridas con el aporte de la Fundación Antorchas. Una de las primeras organizaciones que confió en nuestro proyecto, haciendo nos sentir que nuestro sueño era tangible. Más tarde, muchas otras fundaciones se hicieron eco de nuestra propuesta, permitiéndonos comprar máquinas de herrería, tornería, y de computación, necesarias para equipar la escuela.

En el año 2004 el gobierno municipal, a través de la gestión del Dr. Zúccaro, se convirtió en nuestro socio en la puesta en marcha de la escuela. La promoción de escuelas de oficios como medio de capacitación laboral, era parte de su proyecto de gobierno. De tal forma nuestra sede, a partir de la firma de un convenio, pasó a formar parte de la UMGE (unidad municipal de gestión educativa).

El acuerdo, era de una gran simpleza. Nosotros les brindábamos las instalaciones y muchas veces insumos, mientras que ellos se comprometían a sostener el funcionamiento diario. Haciéndose cargo del pago de servicios, personal administrativo y docente.

En el apogeo del convenio, la escuela ofrecía cursos de: carpintería, herrería, tornería, computación, y reparación de pc entre otros. Entregándose títulos que acreditaban la formación, refrendados por la municipalidad.

En febrero del 2006 se compran los terrenos aledaños a la escuela. Creyendo que nuestros objetivos se encaminaban sin trabas, seguíamos deliñando nuevos proyectos, entre ellos: la creación de un emprendimiento gastronómico, la declaración de Zelaya como centro turístico.

Mientras tanto la escuela de oficios, pensada para la capacitación laboral de adultos, superaba sus objetivos. El entonces director de la escuela municipal, Alfredo Hermida, en conjunto con la, entonces directora de la EGB 302, Inés Gamen. Idearon un proyecto llamado: “Recreando situaciones de trabajo”. De tal modo se redoblaba la apuesta, y la sede ampliaba las posibilidades de formación a los jóvenes.

Casi inmediatamente se comenzaron a gestionar los recursos necesarios para conseguir las maquinarias, y equipamiento adecuado para las inexpertas manos juveniles. Una vez reestructurado el predio, los alumnos del tercer ciclo de la EGB, concurrían a contra turno y como parte de la curricula escolar a nuestra sede.

Fue un momento de mucho orgullo, sentíamos que nuestros objetivos estaban muy cerca de la utopía. Los jóvenes tenían en sus manos nuevas posibilidades de desarrollo y nuevas perspectivas de futuro. La alegría fue suprema, cuando el proyecto, fue reconocido en el primer premio del VIII Encuentro latinoamericano de educadores “Misión de educar”, en el 2006.

Lamentablemente, casi de inmediato llego el primer coletazo. El entramado político hizo que Hermida en vez de ser reconocido con honores por sus logros sea conducido a la renuncia. La perdida de este referente fue de gran dolor para nuestro proyecto. Sin embargo, no sería el único.


Durante este año, inauguramos la huerta orgánica, el invernáculo, y comenzábamos a dar los primeros pasos en el desarrollo del proyecto de turismo local, y el emprendimiento gastronomico. El fin seguía intacto: generar nuevas perspectivas de futuro y crecimiento para nuestro pueblo.

A fines de este año, y prontos a la renovación del convenio (fecha estipulada mayo del 2008) comenzamos a encontrarnos con algunas dificultades respecto al funcionamiento de la escuela de oficios. Considerábamos que la perdida de autonomía en la sede, obstaculizaba los proyectos. Entre las más evidentes el cambio de cerradura y el impedimento a ingresar a la misma. De tal modo creímos necesario, para la renovación del mismo modificar algunas cláusulas del contrato. Las cuales nos harían posible mejorar la autonomía, por ejemplo, utilizar la maquinaria para proyectos que permitieran brindar recursos para poner en marcha otros proyectos. Creíamos que esto no sería un obstáculo, porque en ese momento la sede era usada en muchos casos como productora de infraestructura para el municipio. Con la utilización de nuestras instalaciones se habían construido cestos de basura, y garitas. (De las cuales solo una fue instalada en nuestro pueblo)

Casi simultáneamente se comenzó a sentir un rumor creciente de la intención de trasladar nuestra escuela, a otro sitio con mejor acceso. A este punto vale subrayar que nuestra intención era justamente la contraria. Brindar nuevas posibilidades a nuestra gente. Justamente porque conocíamos la situación de nuestra comuna: el difícil acceso, los pocos recursos de la zona, y la necesidad de trabajar para mejorar la situación.

El 4 de junio del corriente recibimos una carta del director de la UMGE, fechada al 31 de mayo. En la cual decía, que a partir del 1 de Junio iban a comenzar a trasladar las maquinarias “en calidad de préstamo”, con el fin de poder inaugurar otra sede en el centro del municipio. Siendo el justificativo que tal accionar, considerar que Zelaya estaba “a tras mano”, “no tenía buen acceso”, y por ende no era un buen lugar para esta escuela.

Consternados por la injusta situación, convocamos a una reunión urgente para definir el marco de acción. En tal encuentro, nos enteramos, que no solo se habían llevado las maquinarias, sino que habían arrasado con mucha de las instalaciones y el mobiliario.

Decidimos preparar un oficio para detallar la situación a la máxima autoridad del partido. Pidiendo que manifieste su opinión y vehiculice las medidas necesarias para reparar la injusta, e ilegal situación.

El lunes siguiente, el intendente nos recibió en su despacho, y para nuestra sorpresa dijo que no solo no estaba enterado del accionar, sino que además los argumentos no se correspondían con en a la ideología federalista de su mandato.

A los catorce días, le dio la posibilidad al responsable de la situación para subsanarla. Sin embargo las condiciones de la entrega fueron nefastas. Y de una gran hipocresía. Al mismo tiempo que el director de la UMGE hablaba del amor con el que trabajo en este proyecto con Zelaya, daba las directivas para desmantelar las instalaciones.

Explayarnos en este dramático punto es la base de sentar un precedente en la historia, de darle la posibilidad a quienes sucedan en esta asociación guarden en su memoria estos hechos.

Hoy julio del 2008, estamos trabajando para poder restablecer el proyecto. Si bien es cierto que esto implica un volver sobre nuestros pasos, aprender sobre nuestros errores. También es cierto que cuando las fuerzas parecían acabarse. Mucha gente se hizo eco de la propuesta, y nos permitió recobrar el impulso original.

De esta forma estamos trabajando para reconstruir la sede, para poder volver a reinaugurarla. Y de esta forma volver a descubrir que es mas la gente que apuesta al crecimiento que los mediocres que trabajan en la destrucción de la sociedad.

Es nuestra responsabilidad ciudadana la que nos orienta. La que nos hacer creer fuertemente, que podemos hacer algo para cambiar el futuro. La que nos hacer sentir que tenemos una posibilidad en nuestras manos y logramos unirnos.

Generamos proyectos, y ponemos nuestros esfuerzos al servicio de la comunidad. Sin embargo, consideramos que los representantes del gobierno, son nuestros aliados naturales. La sociedad de lo privado y lo público, es lo que nos permitirá salir de la coyuntura compleja del actual tejido social. Nuestra escuela de oficios, es una muestra de lo que se puede lograr, mancomunando intencionalidades, en un dialogo abierto, desprovisto de egoísmos sectoriales, en pos del mismo objetivo: nuestro futuro, nuestros jóvenes.


Esteban Crousse Verónica Villalba Lidia Montan