28 de octubre de 2010

Una triste noticia

El miércoles cuando Fuimos a abrir la sede, nos encontramos con una puerta forzada, y con un faltante de cuatro computadoras, y varios objetos.

Hace mucho que no pasaba esto, y la verdad que la sensación general de la tarde fue un entre mes de broncas y desilusiones.

Sin embargo, tengo que agradecer al destacamento policial quienes se comprometieron con la situación, consiguiendo hasta un voluntario para reparar la reja.

Los profesores que se encontraban en el lugar suspendieron las actividades hasta resolver como continuar. Nosotros no tenemos ningún tipo de subsidio, ni ingresos. Es una entidad sin fines de lucro. Las pequeñas cuotas que se cobran en las actividades sirven de honorarios para los profesores. Sin embargo somos bastante flexibles con este tema, porque la idea es integrar a las actividades, poniendo el mínimo de trabas posible.

Cuando volvimos a iniciar este proyecto hace poco más de dos años, las voces nos decían que a la gente de Zelaya no le interesaba la propuesta. Nos contaban que había funcionado una escuela de oficios a la cual nadie asistía... y un montón de otras anégdotas...

Sin embargo nuestra experiencia fue muy distinta, el trabajo continuo, el respeto por la gente, el generar propuestas de interés hicieron que hoy día tengamos más de 60 alumnos y una perspectiva en ascenso.

Pero este espacio es comunitario. Con todo lo que esto implica. Funcionar como comunidad, no es fácil. Implica por momentos olvidarnos de ciertos egoísmos para poder compartir un objetivo común, que en definitiva nos beneficia. Es preguntarnos que necesita nuestro pueblo y trabajar juntos para esto...

La reunión del sábado es para que pensemos juntos, para que nos comprometamos en algo.
Hay mucho que hacer y diferentes grados de responsabilidades, pero sin no sumamos esfuerzos la continuidad se hace difícil.

Dentro de las comisiones, en principio serían:

Difusión: consiste en armar una gacetilla informativa mensual. Detallando actividades , nuevas propuestas y noticias. La idea es pegarla en los comercios e instituciones del lugar.

Mantenimiento: cortar el pasto, la limpieza, el mantenimiento del lugar. Conseguir donaciones para la restauración del predio ect. Voluntarios para los días de trabajo (una hora mensual, o semanal...o lo que cada uno pueda)

Voluntarios para la biblioteca y atención al público. (en los horarios que se desarrollan las actividades). La idea es que estén adelante y puedan informar cuando alguien viene a preguntar.

Por ultimo:

Organización de un día de fin de año:

.Clases abiertas y gratuitas (Teatro, taekwondo, guitarra, dibujo, porcelana, artesanías, acrobacia, gym, box ect)

.Cena a la canasta con los que forman parte del proyecto de alguna manera (alumnos, profesores, comisión y socios)

Esperamos puedan participar,

La comision

Muestra de fin de año


QUIENES SOMOS

Una breve presentación

Zelaya es un pequeño pueblo ubicado en un recodo de la provincia de Buenos Aires. Ninguna ruta lo atraviesa. Y tal vez por esto, puede conservar hasta hoy las particularidades y esencia del pueblo de campo. Por sus calles se pueden encontrar gauchos a caballo, al tambero haciendo el reparto de leche, y hasta un bar típico con palenque.


Ya hace algunos años y con el fin de fomentar la cultura, la educación y el trabajo del lugar. Se crea la SOFO, entidad sin fines de lucro que busca "brindar nuevas oportunidades de desarrollo"

La apuesta es a la creación de cursos autogestivos, y al fomento de emprendimientos laborales.


Como participar

Nuestro unico sosten es el intento de unir voluntades. De tal modo cualquier aporte es bienvenido. Estamos convencidos que todos tienen algo valioso para dar y la suma es lo que hace la fuerza. Solo hay una regla: confiar en el otro, y creer en el proyecto

Las utopias pueden ser realidades. (memorias hasta el 2008)

Zelaya es un pueblo pequeño, de características semirurales. Su población ronda en los 5000 habitantes y es prioritariamente conformada por jóvenes. Pertenece al municipio de Pilar (a 15km del centro urbano), y linda con el partido de Escobar.

Cuenta con pocos medios de transporte (trenes sólo cuatro por día, y una línea de colectivos con horarios muy espaciados). Casi no tiene fuentes propias de trabajo.

En su infraestructura, y paisaje: un jardín de infantes, una escuela primaria, y desde hace dos años una secundaria. Una sala de primeros auxilios, un pequeño club de fútbol. Una plaza, una estación de trenes centenaria, calles de tierra, arboladas y con ligeras pendientes. Un lugar muy pintoresco, pero con pocas perspectivas de desarrollo para la mentalidad juvenil.

Fue afectado por la recesión de los 90, perdiendo sus fuentes de trabajo originarias (San Sebastián y el Ferrocarril). La crisis del 2001 agravó el problema social y se presentaron los primeros indicadores de inseguridad.

Por esta razón, un grupo vecinos, creyendo en la utopía de la posibilidad de asociarse con el fin mejorar las perspectivas de desarrollo de la comuna, decidimos conformar una Sociedad de Fomento.

En primera instancia, se trabajo en la instalación de una delegación policial (hasta entonces, la delegación más cercana del distrito, estaba 7km). Casi en simultáneo empezamos a construir una biblioteca. Consiguiendo que TBA, cediera parte de la estación centenaria del pueblo, para este uso. Observando el estado general de la misma, y sabiendo que los espacios ancestrales son propiedad de la historia e identidad del pueblo, comenzamos la gestión de declaración de monumento histórico del predio. (Sin novedades de su curso hasta la fecha).

No conformes con esto, y convencidos que la posibilidad de desarrollo de un pueblo esta en función de la posibilidad de educación. Nos abocamos a la utopía de construir de la nada una escuela de oficios. ´
Adaptamos un galpón abandonado, e instalamos las máquinas de carpintería, adquiridas con el aporte de la Fundación Antorchas. Una de las primeras organizaciones que confió en nuestro proyecto, haciendo nos sentir que nuestro sueño era tangible. Más tarde, muchas otras fundaciones se hicieron eco de nuestra propuesta, permitiéndonos comprar máquinas de herrería, tornería, y de computación, necesarias para equipar la escuela.

En el año 2004 el gobierno municipal, a través de la gestión del Dr. Zúccaro, se convirtió en nuestro socio en la puesta en marcha de la escuela. La promoción de escuelas de oficios como medio de capacitación laboral, era parte de su proyecto de gobierno. De tal forma nuestra sede, a partir de la firma de un convenio, pasó a formar parte de la UMGE (unidad municipal de gestión educativa).

El acuerdo, era de una gran simpleza. Nosotros les brindábamos las instalaciones y muchas veces insumos, mientras que ellos se comprometían a sostener el funcionamiento diario. Haciéndose cargo del pago de servicios, personal administrativo y docente.

En el apogeo del convenio, la escuela ofrecía cursos de: carpintería, herrería, tornería, computación, y reparación de pc entre otros. Entregándose títulos que acreditaban la formación, refrendados por la municipalidad.

En febrero del 2006 se compran los terrenos aledaños a la escuela. Creyendo que nuestros objetivos se encaminaban sin trabas, seguíamos deliñando nuevos proyectos, entre ellos: la creación de un emprendimiento gastronómico, la declaración de Zelaya como centro turístico.

Mientras tanto la escuela de oficios, pensada para la capacitación laboral de adultos, superaba sus objetivos. El entonces director de la escuela municipal, Alfredo Hermida, en conjunto con la, entonces directora de la EGB 302, Inés Gamen. Idearon un proyecto llamado: “Recreando situaciones de trabajo”. De tal modo se redoblaba la apuesta, y la sede ampliaba las posibilidades de formación a los jóvenes.

Casi inmediatamente se comenzaron a gestionar los recursos necesarios para conseguir las maquinarias, y equipamiento adecuado para las inexpertas manos juveniles. Una vez reestructurado el predio, los alumnos del tercer ciclo de la EGB, concurrían a contra turno y como parte de la curricula escolar a nuestra sede.

Fue un momento de mucho orgullo, sentíamos que nuestros objetivos estaban muy cerca de la utopía. Los jóvenes tenían en sus manos nuevas posibilidades de desarrollo y nuevas perspectivas de futuro. La alegría fue suprema, cuando el proyecto, fue reconocido en el primer premio del VIII Encuentro latinoamericano de educadores “Misión de educar”, en el 2006.

Lamentablemente, casi de inmediato llego el primer coletazo. El entramado político hizo que Hermida en vez de ser reconocido con honores por sus logros sea conducido a la renuncia. La perdida de este referente fue de gran dolor para nuestro proyecto. Sin embargo, no sería el único.


Durante este año, inauguramos la huerta orgánica, el invernáculo, y comenzábamos a dar los primeros pasos en el desarrollo del proyecto de turismo local, y el emprendimiento gastronomico. El fin seguía intacto: generar nuevas perspectivas de futuro y crecimiento para nuestro pueblo.

A fines de este año, y prontos a la renovación del convenio (fecha estipulada mayo del 2008) comenzamos a encontrarnos con algunas dificultades respecto al funcionamiento de la escuela de oficios. Considerábamos que la perdida de autonomía en la sede, obstaculizaba los proyectos. Entre las más evidentes el cambio de cerradura y el impedimento a ingresar a la misma. De tal modo creímos necesario, para la renovación del mismo modificar algunas cláusulas del contrato. Las cuales nos harían posible mejorar la autonomía, por ejemplo, utilizar la maquinaria para proyectos que permitieran brindar recursos para poner en marcha otros proyectos. Creíamos que esto no sería un obstáculo, porque en ese momento la sede era usada en muchos casos como productora de infraestructura para el municipio. Con la utilización de nuestras instalaciones se habían construido cestos de basura, y garitas. (De las cuales solo una fue instalada en nuestro pueblo)

Casi simultáneamente se comenzó a sentir un rumor creciente de la intención de trasladar nuestra escuela, a otro sitio con mejor acceso. A este punto vale subrayar que nuestra intención era justamente la contraria. Brindar nuevas posibilidades a nuestra gente. Justamente porque conocíamos la situación de nuestra comuna: el difícil acceso, los pocos recursos de la zona, y la necesidad de trabajar para mejorar la situación.

El 4 de junio del corriente recibimos una carta del director de la UMGE, fechada al 31 de mayo. En la cual decía, que a partir del 1 de Junio iban a comenzar a trasladar las maquinarias “en calidad de préstamo”, con el fin de poder inaugurar otra sede en el centro del municipio. Siendo el justificativo que tal accionar, considerar que Zelaya estaba “a tras mano”, “no tenía buen acceso”, y por ende no era un buen lugar para esta escuela.

Consternados por la injusta situación, convocamos a una reunión urgente para definir el marco de acción. En tal encuentro, nos enteramos, que no solo se habían llevado las maquinarias, sino que habían arrasado con mucha de las instalaciones y el mobiliario.

Decidimos preparar un oficio para detallar la situación a la máxima autoridad del partido. Pidiendo que manifieste su opinión y vehiculice las medidas necesarias para reparar la injusta, e ilegal situación.

El lunes siguiente, el intendente nos recibió en su despacho, y para nuestra sorpresa dijo que no solo no estaba enterado del accionar, sino que además los argumentos no se correspondían con en a la ideología federalista de su mandato.

A los catorce días, le dio la posibilidad al responsable de la situación para subsanarla. Sin embargo las condiciones de la entrega fueron nefastas. Y de una gran hipocresía. Al mismo tiempo que el director de la UMGE hablaba del amor con el que trabajo en este proyecto con Zelaya, daba las directivas para desmantelar las instalaciones.

Explayarnos en este dramático punto es la base de sentar un precedente en la historia, de darle la posibilidad a quienes sucedan en esta asociación guarden en su memoria estos hechos.

Hoy julio del 2008, estamos trabajando para poder restablecer el proyecto. Si bien es cierto que esto implica un volver sobre nuestros pasos, aprender sobre nuestros errores. También es cierto que cuando las fuerzas parecían acabarse. Mucha gente se hizo eco de la propuesta, y nos permitió recobrar el impulso original.

De esta forma estamos trabajando para reconstruir la sede, para poder volver a reinaugurarla. Y de esta forma volver a descubrir que es mas la gente que apuesta al crecimiento que los mediocres que trabajan en la destrucción de la sociedad.

Es nuestra responsabilidad ciudadana la que nos orienta. La que nos hacer creer fuertemente, que podemos hacer algo para cambiar el futuro. La que nos hacer sentir que tenemos una posibilidad en nuestras manos y logramos unirnos.

Generamos proyectos, y ponemos nuestros esfuerzos al servicio de la comunidad. Sin embargo, consideramos que los representantes del gobierno, son nuestros aliados naturales. La sociedad de lo privado y lo público, es lo que nos permitirá salir de la coyuntura compleja del actual tejido social. Nuestra escuela de oficios, es una muestra de lo que se puede lograr, mancomunando intencionalidades, en un dialogo abierto, desprovisto de egoísmos sectoriales, en pos del mismo objetivo: nuestro futuro, nuestros jóvenes.


Esteban Crousse Verónica Villalba Lidia Montan